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lunes, 23 de mayo de 2011

TODA CLASE DE PIELES


De este cuento que hemos podido escuchar en clase y posteriormente hemos tenido disponible para leer podemos encontrar puntos clave del viaje iniciático de la protagonista (Toda clase de pieles) que indican los momentos evolutivos en los que se encuentra. También se pueden sacar algunas enseñanzas pedagógicas:

En primer lugar el viaje iniciático de la protagonista comienza cuando tras morir su madre, el padre (Rey) decide casarse con ella para satisfacer el deseo de la madre. Aquí, la princesa aún dentro del hogar intenta retrasar el matrimonio de la manera que sea, como pedirle los tres vestidos y posteriormente el abrigo, (aunque hay que decir que es posible que la joven aún no tenga conciencia de todo el poder que tiene el rey y que sus intentos van a ser en vano).

Posteriormente al darse por vencida decide huir y esto por supuesto sería otro punto clave, ya que pasa de tener todo a verse sola y tener que apañárselas como pueda, viviendo en un bosque, tan sólo cubierta con su abrigo (que simboliza la protección que ha perdido en el hogar y que siempre necesitamos sentir para seguir adelante).
Tras esto se enfrenta al nuevo reto de tener que trabajar duro, en un estatus social muy inferior al suyo, dándose así la vuelta a la moneda,  pudiendo experimentar lo duro que es trabajar y tener que ganarse la vida.

He podido ver cómo toda clase de pieles va madurando un poquito más durante este proceso, sobre todo cuando se enamora del príncipe y utiliza lo poco que tiene (sus objetos y vestidos) elaborando de una forma más ingeniosa y detenida la forma de conquistar al príncipe para conseguir lo que realmente quiere.

Por último está el paso a la vida adulta, el matrimonio, cuando se casa con el príncipe, habiendo superado todas las “pruebas” y quitándose el abrigo para siempre.

Algunas enseñanzas que he podido ver sería el tener que afrontarse al mundo exterior ella sola, perdiendo todos los caprichos o riquezas que pudiera tener. Para mí puede significar que luchar por lo que uno desea por mucho que cueste, merece la pena.
Por otro lado al cambiar y pasar de un estatus social muy alto a verse en el otro extremo, se puede ver cómo al principio hasta el cocinero la trata mal pero sin embargo a la hora de preguntarle el príncipe que quien había hecho la sopa, no decía que hubiese sido Toda clase de pieles y la trata con mucho más cariño dejándola salir a los bailes. Sin embargo al príncipe que se mantiene en un estatus alto todo el tiempo le tratan con mucho respeto.

Por último, destacar la enseñanza que más me ha gustado y que Irune nos pudo resaltar al contarlo en clase; es que cuando hay amor, al final nada importa….


ADAPTACIÓN: -BESOS DE PAPEL-

Erase un matrimonio muy feliz que había vivido en una casita en un pueblo cerca de las montañas desde que se conocieron.
Tenían una hija muy guapa, de cabellos negros y ojos aceitunados, había sido muy esperada y cuando ella nació los padres ya iban siendo mayores.
La familia había llevado una papelería, pero apenas había gente en el pueblo ya y la tienda estaba en la ruina.
Al llegar un frío invierno hubo un viento muy grande y estuvo lloviendo durante 7 días sin parar, la casa al ser ya vieja se medio destruyó y  la pobre familia no tenía dinero para sacarla adelante y arreglarla, si pronto no hacían algo la casa se caería y ellos quedarían sin un lugar dónde vivir…
De forma que un día, hablando los padres con la joven le dijeron que debían hacer algo pronto, proponiendo a la joven que ya que iba haciéndose una moza  saliese a buscar trabajo.  Ella hizo esfuerzos por buscar otra solución, pero no tardó en darse cuenta de que buscar un trabajo en la ciudad sería lo más apropiado.
Asique se puso en marcha, sin saber muy bien  exactamente donde iría, ni a lo que se enfrentaría, pues lo único que cogió de su casa fue un abrigo con capuchón que le regaló su padre por su 17 cumpleaños , una barra de carmín que le recordaba a los besos de su madre y un libro en blanco por sí tenía que darles noticias.

Pasaron los días tras llegar a la ciudad y la chica no hacía más que caminar y caminar, preguntando en todos sitios si necesitaban a alguien para trabajar….Ya se sentía muy cansada, sucia y hambrienta, lo único que le hacía verse un poco más guapa era pintarse los labios con el hermoso carmín de color rojo.
Caminó y caminó durante 3 largas y frías semanas, de forma que ya se había aprendido todas las calles de la ciudad y cuando se sentía sola escribía a sus padres arrancando una hoja del libro contándoles que las cosas no iban muy bien….
Hasta que un día apiadándose de ella, la ofrecieron repartir cartas por la ciudad, ya que nadie se conocía las calles mejor que ella, esa fue una noticia maravillosa.

Uno de los días en los que ella iba con sus cartas cerca de la estación de autobuses a gran velocidad, tropezó con un joven trajeado que le tiró las cartas al suelo, él le ayudó a recogerlas disculpándose.
Aunque ella tenía prisa se dio cuenta de que ese joven tenía una voz preciosa, era guapísimo y muy apuesto, se quedó prendida de él desde ese momento, pero ella pensó que él no podría haberse fijado en una muchacha como ella, con ese abrigo sucio, con el capuchón que la tapaba casi toda la cara… ella no sabía que el sí la había visto ya que destacaban en ella esos enormes labios rojos.

Al día siguiente ella fue como cada mañana repartiendo sus cartas, cuando para su sorpresa al dejar una carta en una enorme casa vio que salía de ella ese hombre de nuevo, trajeado, alto, guapísimo. Y al dejar la carta correspondiente en su buzón no pudo por menos que arrancar una hoja del libro que le dio su padre y sellarla con un beso de sus labios rojos, dejándola caer en el buzón.
Ella de esa forma se sentía feliz, de manera que cada mañana repetía lo mismo, día tras día hasta que las hojas del libro se terminaron. 
Ya no podía escribir a sus padres y pensó que debía regresar al pueblo y ver si con el dinero que había ido ganando podrían arreglar algo de la casa.
 Cuando estaba a punto de subir al autobús escuchó entre la gente… -¡¡Besos de papel!! “Esta mañana he echado de menos esos besos de papel”.-
Ella impresionada, se dio la vuelta y entre la gente le vio a él,  a ese joven apuesto, trajeado y le miró avergonzada medio escondiéndose en su enorme abrigo.

El joven dijo que desde aquel día que chocaron no pudo olvidar esos labios rojos, que había estado acudiendo a ese mismo lugar para encontrarla de nuevo y que todas las mañanas esperaba impaciente aquella hoja en el buzón.
Ella le contó su historia, diciéndole que debía regresar al pueblo, pero él le dijo que en su enorme casa podrían vivir los dos, que en cuanto a sus padres nunca les faltaría de nada ya que él trabajaba en una empresa de construcción y les haría una casa bellísima entre las montañas.
Sería el hombre más feliz si la joven aceptaba casarse con él.
Ella aceptó y un bonito día de primavera ella cambió su abrigo por un precioso vestido blanco, se celebró la boda en el pueblo entre las montañas y luego vivieron todos felices para siempre.

1 comentarios:

Irune Labajo dijo...

Muy bien.

Así que: separado y con tilde.

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