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lunes, 23 de mayo de 2011

Querer es poder...

Tras la lectura del artículo Leer sin saber leer de Irene Vasco se puede entender que la formación de pequeños lectores al motivarles de una forma adecuada les producirá esas ganas por aprender a ello y nos recuerda que lo que hagamos por ellos de pequeños se verá reflejado cuando vayan madurando.

Es un gran dilema el preguntarse si los niños han de aprender a leer antes de los 6 años o no. Como ya vamos sabiendo, en infantil no es obligatorio aprender a leer aún, muchos padres se esfuerzan por ello, que sus hijos aprendan rápido y sean los mejores lectores, desde que apenas saben hablar van detrás con iconos, letras, dibujos con las palabras correspondientes.
Otros se olvidan en absoluto y lo dejan en manos de la escuela…
Sin embargo otros van poco a poco, crean en sus hogares un momento especial con sus hijos, como el de irse a dormir, les leen un cuento, les hacen caricias, les dan besitos…. Eso es mucho más.
Se puede enseñar a leer en edades tempranas, ellos mismos irán teniendo ese interés propio por hacerlo si lo hemos ido trabajando de una forma adecuada.
Quizá es arriesgarme a hablar demasiado, pero ese es mi punto de vista, que poco a poco iré confirmando o desmintiendo.
Porque igual que para cualquier aprendizaje…. a todos nos gusta más que quien lo enseña se implique y cree cierto vínculo con nosotros.
Un ambiente de confianza, de acercamiento a los libros, no de imposición, les creará un interés mayor por ese mundo desconocido.
Ellos verán que los libros les permiten explorar otro mundo, conocer cosas nuevas, vivir otras historias, identificarse o ver cómo solucionar algunos de sus miedos o problemas…
Esto me hace recordar en ocasiones a mi infancia y ya a mi juventud, cuando nos ponían una lista de 2 libros (si te daban la posibilidad de elegir) y te obligaban a leerlos aunque el libro no lo entendiese nadie o no despertase interés por mucho que te esforzases en ello. Quizá si nos hubiesen ayudado un poquito más, ahora habría muchos más amantes de la lectura.

Estamos hablando de lograr un desarrollo integral, por ello dentro de una misma acción como es leer se esconden otras muchas enseñanzas. La lectura es una forma de enriquecer el conocimiento y a la vez una forma para comunicarse y relacionarse, la palabra y el libro están muy relacionados. Es una vía para desarrollarse integralmente.

Este no es trabajo único del maestro, pues toda la familia y el entorno que rodea al niño tienen un papel muy importante. Ya sabemos que somos como esponjas desde pequeños, y que todo lo que nos rodea es un modelo para nosotros, por lo que probablemente, de un padre que transmita interés por la lectura, el hijo también lo creará. Por lo que empezar por mentalizarnos, intentar que los padres, familiares y el entorno del niño participen en su acercamiento a la literatura creo que es lo principal y por lo primero que hay que trabajar.

1 comentarios:

Irune Labajo dijo...

Perfecto.

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